Hay una mujer, que esclavizo mis recuerdos,
que amaneció en mi vida, y cuando llego la noche
pidió albergue en mis sueños.
Es lejana, pero me ronda día y noche,
no la veo sonreír, pero el susurro de su risa
me acaricia el alma.
No esta junto a mi, pero es dueña del aire que
respiran mis suspiros.
cuando no esta me hace falta,
y si la veo tengo ganas,
de hacerle falta al mundo y estar para ella.
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